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19 de marzo, 2014 Seguridad Alimentaria comentarios
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Solo el 11% de las zonas de cultivo son terrenos cultivables. El tiempo desfavorable, la desecación, salinización y el cambio climático suponen amenazas para el rendimiento de la cosecha.  Para poder alimentar a la población global actual de 7.000 millones de personas se usan pesticidas en todo el mundo. Los expertos en alimentación de TÜV SÜD proporcionan información sobre los niveles de residuos en los productos alimenticios y dan consejos en la compra de producción local y estacional. 

Los productos protectores de plantas, también conocidos como pesticidas, son esenciales para aumentar el rendimiento de la cosecha. Alrededor de 500 productos químicos con un campo de actividad muy variado han sido aprobados por la UE. Los herbicidas, que controlan el crecimiento de plantas no deseadas, forman la clase de sustancias más grande. Los fungicidas protegen las plantas contra enfermedades fúngicas, mientras que los insecticidas las protegen de insectos dañinos. Algunas sustancias químicas individuales han sido aprobadas para su uso en cultivos orgánicos.

Dado que la aplicación inexperta de estas sustancias tiene consecuencias trascendentales en las personas y el medio ambiente, su aprobación, venta y uso por parte dela UE están sujetos a regulaciones muy estrictas. Alemania, por ejemplo, controla constantemente los niveles máximos de residuos en alimentos y piensos. Se ensayan y analizan los productos alimenticios antes de su venta, es decir, con  piel y sin haberlos lavado antes.

“A excepción de algunos casos contados, los datos obtenidos por la monitorización del gobierno muestran que los niveles de residuos en sustancias individuales en general no provocan ningún problema de salud”, comenta el Dr. Andreas Daxenberger, experto de alimentación de TÜV SÜD. La Oficina Federal Alemana de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria, por ejemplo, analiza los datos de miles de muestras de granjas, importadores y minoristas de los diferentes estados del país.

Hasta ahora un total de 17.000 muestras han sido analizadas por residuos de pesticidas. Las fresas, las uvas, las ensaladas verdes y otros alimentos que han mostrado altos niveles de residuos en el pasado son las que se examinan de forma más frecuente. De media el 38,5% de todas las muestras estaban completamente libres de cualquier tipo de residuo de pesticida medible. En el 58,3% de las muestras, los supervisores alimentarios calcularon residuos por debajo del nivel de residuos máximo. El 3,2% de las muestras contenían concentraciones de residuos por encima del límite máximo definido, pero aún así no se asocian con ningún riesgo de salud. El porcentaje de muestras que contienen residuos por encima del límite de residuos máximo ha disminuido en los últimos años. Hoy en día los residuos pesticidas son insignificantes en patatas, espárragos, cebollas, coliflor y brócoli, entre otros. Lo mismo sucede con los alimentos para bebés y niños, así como en productos alimenticios orgánicos.

Sin embargo, las sustancias químicas individuales muestran solo un lado de la moneda. “Cuando surge la pregunta de cómo evitar y cómo evaluar los impactos sanitarios de los residuos de pesticidas múltiples en un producto alimenticio, se deben llevar a cabo otros estudios”, afirma Daxenberger. Los estudios deberían tener como objetivo entender cómo la combinación de residuos múltiples afecta la salud humana. Cuando se tratan las plantas y el terreno con diferentes pesticidas, este abanico de pesticidas también se ve reflejado en el producto final. Actualmente, las autoridades de europeas de seguridad alimentaria están buscando formas para evitar los múltiples residuos.

Para una dieta equilibrada y sana se recomienda el consumo de fruta y vegetales durante todo el año. Como no existen afirmaciones universalmente válidas en cuanto a las diferencias nacionales y regionales en el nivel de residuos, los consumidores poco pueden influir en el consumo de residuos al comprar alimentos locales y estacionales. Los consumidores que deseen reducir el uso de pesticidas deberían optar por productos orgánicos. Hoy en día existe en los supermercados y tiendas una gran variedad de alimentos orgánicos y convencionales.

Se recomienda lavar bien la fruta y la verdura antes de consumirla, especialmente por razones de higiene. Si las pieles son más duras se deben rascar con un cepillo para vegetales o un trapo de microfibra para poder retirar al menos los residuos en la superficie. Asegúrese de sacar las hojas externas de las ensaladas. Los consumidores que quieran usar la piel de los cítricos deberían decantarse por los alimentos orgánicos, ya que la etiqueta “no tratada” solo significa que la superficie de la fruta no ha sido tratada. 

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