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"Pongamos las cosas sobre la mesa" se enmarca en el movimiento #SomosNutrisensatos, para impulsar la información contrastada y en defensa de la dieta variada y equilibrada y de hábitos de vida saludable.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) lanzan “Pongamos las cosas sobre la mesa”, una campaña para poner en valor la cadena alimentaria española y tratar de combatir la desinformación y los bulos sobre alimentación y salud.
La campaña será difundida en medios digitales y redes sociales porque es en el territorio digital en el que más abundan las noticias no contrastadas o directamente falsas sobre ingredientes y productos, que impactan en los hábitos de los consumidores y en la reputación de la cadena alimentaria.
“Pongamos las cosas sobre la mesa” se enmarca en el movimiento #SomosNutrisensatos, puesto en marcha en 2021 para impulsar la información contrastada sobre alimentación y salud, en defensa de la dieta variada y equilibrada y de hábitos de vida saludable que impacten de forma positiva en el bienestar físico y emocional de los ciudadanos.
La campaña, cuyas creatividades y mensajes han sido elaborados por OGILVY y aprobados por AUTOCONTROL, arrancó el pasado 2 de septiembre con el lanzamiento por parte del deportista Saul Craviotto de un “producto milagro” basado en una supuesta fórmula milenaria que mejora la vida de forma natural y que entre otros beneficios ayuda a controlar el peso, mejora la calidad del sueño y fortalece el sistema inmunitario.
En esta primera fase se promocionaba un producto evidentemente inexistente y el objetivo, una vez desvelada la realidad, es hacer reflexionar a los consumidores sobre la información que llega a través de las redes sociales, en muchas ocasiones sin ninguna base o aval científico.
“Queremos poner el foco en determinados perfiles del mundo digital y que los ciudadanos se cuestionen cuáles son las fuentes a las que acuden para informarse sobre nutrición y salud”, destacan las organizaciones impulsoras de la campaña. “Además, señalan, queremos incidir en la importancia de la información basada en evidencia científica y los buenos hábitos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
Precisamente, la información no rigurosa sobre alimentación puede provocar alarma social y un cambio en las tendencias de consumo, confundiendo a los ciudadanos. Además, puede ocasionar problemas de salud, desde agravar enfermedades hasta provocar trastornos de la conducta alimentaria.
Un ejemplo del problema de la desinformación en redes sociales: la aplicación Myfitnesspal junto con el Irish Institute of Digital Business de la Universidad de Dublín analizaron hace unos meses más de 67.000 vídeos publicados en Tik Tok, y se contrastó su contenido con las directrices generales en salud pública y nutrición. Tras el análisis se observó que únicamente el 2,1% de los contenidos analizados se ajustaban a dichas directrices. El resto de los contenidos se clasificaron como inexactos, ambiguos, o sin respaldo científico.
Por otra parte, según se puso de manifiesto en el 30 Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, la incidencia y prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) están aumentado considerablemente en los últimos años, sobre todo en mujeres adolescentes, agravándose tras la pandemia de la COVID-19 y con el auge de la utilización de las redes sociales.
Spot y mensajes de la campaña: