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Un artículo de Inmaculada Marco, directora de la División Food de Industrias Vijusa.
En la industria alimentaria, la limpieza y desinfección no son tareas auxiliares, sino procesos críticos directamente relacionados con la seguridad alimentaria, la calidad del producto y la continuidad del negocio. Sin embargo, la eficacia de estos procesos no depende únicamente de los productos químicos o de la tecnología utilizada, sino, en gran medida, de la formación y competencia de los operadores que los ejecutan y la monitorización de todo el proceso de L+D (trataremos en próximos artículos con el sistema Doser Food Connect).
Una limpieza mal realizada puede comprometer sistemas APPCC, generar contaminaciones cruzadas, provocar retiradas de producto y poner en riesgo la salud del consumidor. Por ello, la formación técnica del personal se convierte en un pilar estratégico para cualquier industria alimentaria.
Limpieza y desinfección como Punto Crítico de Control
Los planes de limpieza y desinfección (L+D) forman parte esencial de los prerrequisitos del sistema APPCC. Su correcta ejecución garantiza:
Sin embargo, disponer de un plan documentado no es suficiente si los operadores no comprenden el porqué, el cómo y el impacto de cada etapa del proceso.
El factor humano: clave del éxito
Los operadores de limpieza son quienes transforman los procedimientos escritos en resultados reales. Una formación inadecuada o insuficiente puede derivar en:
Por el contrario, un operador formado entiende que limpiar no es solo “mojar y aplicar producto”, sino seguir una secuencia lógica y controlada basada en fundamentos técnicos.
Contenidos clave de una formación eficaz
Una formación en limpieza y desinfección en industria alimentaria debe ir más allá de lo básico e incluir, como mínimo:
Impacto directo en seguridad alimentaria y calidad
Una correcta formación de los operadores tiene un impacto directo en:
Las empresas que invierten en formación logran procesos más estables y predecibles, reduciendo incidencias y costes asociados a errores humanos.
Formación como herramienta de eficiencia y sostenibilidad
Además de la seguridad alimentaria, la formación adecuada contribuye a:
De este modo, la formación se convierte también en una herramienta de ahorro de costes y sostenibilidad, alineada con los objetivos actuales de la industria.
Conclusión
La limpieza y desinfección en la industria alimentaria no puede depender únicamente de productos o protocolos. Las personas marcan la diferencia. Invertir en la formación continua de los operadores no es un gasto, sino una inversión estratégica que protege al consumidor, a la marca y al propio negocio.
Una industria alimentaria segura comienza con operadores formados, conscientes y comprometidos con la higiene y la calidad.
La formación no limpia por sí sola, pero sin formación, ninguna limpieza es realmente eficaz.
En Vijusa ayudamos a las industrias alimentarias a que sus operadores de limpieza estén preparados y formados para abordar correctamente el proceso de Limpieza y desinfección que puede considerarse como un proceso productivo más.